- La medida forma parte de la estrategia para luchar contra la exclusión financiera en las áreas rurales
- Beneficiará a los vecinos de Ojós, Ulea y de pedanías de Moratalla, Caravaca de la Cruz, Cehegín, Bullas y Lorca
- Se trata de una primera fase que se va a desarrollar antes de final de año y supone una inversión del Gobierno regional de 600.000 euros, que se sumará a la colaboración de Cajamar y CaixaBank
La Comunidad implantará cajeros automáticos en pedanías y zonas rurales de los municipios afectados por la despoblación en la Región de Murcia con el objetivo de eliminar la exclusión financiera.
En una primera fase de este proyecto, que se va a desarrollar antes de final de año, hay previsto instalar al menos 13 cajeros, que supone una inversión, por parte de la Comunidad, de 600.000 euros, a la que se sumará la colaboración de las propias entidades financieras participantes: Cajamar y CaixaBank.
El consejero de Presidencia, Turismo, Cultura y Deportes, Marcos Ortuño, se reunió hoy con responsables de ambos bancos para avanzar en el acuerdo que permitirá que “los vecinos de los pueblos más pequeños no queden desamparados y puedan acceder a un servicio básico como es obtener su dinero en efectivo sin tener que desplazarse fuera de su localidad”.
La intención es firmar tras el verano el convenio de colaboración entre la Comunidad, las entidades financieras y los ayuntamientos con los que se haya acordado la ubicación de los cajeros, que deberán estar en funcionamiento antes de fin de año. “Nuestro objetivo es corregir la brecha financiera que sufren las zonas rurales, al mismo tiempo que facilitar gestiones a sus vecinos y vecinas”, añadió el consejero.
Esta iniciativa, que forma parte de la ‘Estrategia de lucha contra la despoblación y mejora de la calidad de vida en entornos rurales de la Región de Murcia’, beneficiará a los vecinos de Ojós, único municipio de la Comunidad que no cuenta con cajero automático; y Ulea, donde se pretende renovar el existente; así como a las pedanías de Coy y La Parroquia, en Lorca; El Sabinar y Cañada de la Cruz, en Moratalla; La Encarnación, Navares y Singla, en Caravaca de la Cruz; Canara, Chaparral y Campillo de los Jiménez, en Cehegín; y La Copa, en Bullas.
Con esta medida “lograremos mejorar los servicios y la calidad de vida de los vecinos, puesto que los habitantes de estos núcleos rurales tendrán acceso a un servicio tan esencial como es el financiero para realizar trámites necesarios como sacar dinero o pagar un recibo sin tener que desplazarse hasta otras localidades”, señaló Ortuño tras su reunión con la directora territorial de CaixaBank en la Región de Murcia, Olga García Saz, y el director de Instituciones Públicas de Cajamar, José Luis Valverde, a la que también asistieron el director general de Administración Local, Francisco Abril, y el director general del Instituto de Crédito y Finanzas de la Región de Murcia (ICREF), Nicolás Gonzálvez.
El proyecto se complementará además con acciones formativas en competencias digitales a través de dispositivos móviles dirigidas, especialmente, a los más mayores.
Comunidad peninsular menos afectada
La medida toma especial relevancia teniendo en cuenta el hecho de que, en los últimos años, especialmente en la última década, se ha incrementado el cierre de oficinas y de cajeros por toda España, un problema real que afecta en mayor medida al colectivo de personas mayores y en los entornos rurales.
El informe sobre la inclusión financiera en España, elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, indica que la Región es la comunidad peninsular donde menos ciudadanos se han visto afectados por el cierre de oficinas. Indica, además, que el 0,4 por ciento de la población de la Región no tiene acceso a servicios bancarios y sitúa en 2,3 kilómetros la distancia media al cajero más próximo.