La alarmante cifra de 230 trabajadores fallecidos debido a la siniestralidad laboral en los primeros cuatro meses de este año es motivo de profunda preocupación. Aunque se registre un descenso del 10,9% en comparación con el año anterior, el hecho de que aún se produzcan dos muertes al día es inaceptable. Estos datos provisionales han sido revelados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, y nos exigen reflexionar sobre las condiciones laborales y la seguridad en el entorno de trabajo.
El informe destaca que el sector servicios es el más afectado, registrando el mayor número de fallecidos. En concreto, se reportaron 107 muertes en este sector durante el periodo enero-abril de este año, lo que representa un incremento del 15,1% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Esta tendencia es preocupante, ya que el sector servicios es una de las áreas más grandes y con mayor número de empleados en muchas economías.
Es importante analizar las causas de estos trágicos accidentes laborales. Según el informe, la mayoría de los casos de siniestralidad laboral con resultado de muerte se deben a infartos y derrames cerebrales, accidentes de tráfico, atrapamientos y amputaciones, caídas y colisiones contra objetos en movimiento. Estas situaciones ponen de relieve la necesidad de implementar medidas de seguridad más estrictas y programas de prevención de riesgos laborales más eficaces.
Por otro lado, es alentador ver que la siniestralidad laboral con baja laboral ha disminuido un 0,5% hasta abril en comparación con el mismo periodo del año pasado. Esto implica un total de 193.231 siniestros laborales con baja, de los cuales 167.685 ocurrieron en el centro de trabajo y 25.546 fueron accidentes en itínere (en el trayecto de casa al trabajo o viceversa). Sin embargo, los accidentes en itínere han experimentado un aumento interanual del 12,2%, lo que indica que aún hay margen de mejora en materia de seguridad vial.
El informe también destaca que los siniestros laborales de carácter grave en jornada de trabajo suman 1.198 hasta abril, lo que representa una disminución del 0,7%. Por otro lado, los siniestros en itínere de carácter grave han experimentado un aumento del 6,2%, alcanzando los 290 accidentes. Estas cifras subrayan la importancia de implementar medidas de seguridad tanto en el lugar de trabajo como en los desplazamientos de los trabajadores.
Además de los trágicos fallecimientos, es preocupante ver que el número de trabajadores autónomos involucrados en accidentes laborales mortales ha advertido en un 45%. De los 230 trabajadores fallecidos, 201 eran asalariados y 29 eran trabajadores autónomos. Estos datos destacan la necesidad de prestar atención a la seguridad de todos los trabajadores, independientemente de su tipo de empleo.
En cuanto a los trabajadores por cuenta propia, se registraron hasta abril un total de 10.852 accidentes laborales con baja, lo que representa una ligera disminución del 0,1% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Se observa un aumento del 0,4% en los siniestros en la jornada de trabajo, mientras que los accidentes en itínere disminuyen en un 6%. Estos datos indican que se deben intensificar los esfuerzos.
