Libro de Francisco Gijón Alcásser en este quinto volumen sobre la historia del Régimen del 78, el autor acomete la tarea de proponer una narración alternativa en torno al triple crimen de Alcàsser, sin excluir a sus autores y a los posibles encubridores del mismo.
Al margen de la versión oficial, así como de otras teorías a menudo contradictorias que a lo largo de estos treinta años muchos cibercreyentes han dado por válidas,Francisco Gijón plantea una posibilidad inquietante y de máxima verosimilitud con la que destapa otras escandalosas realidades sobre la vida política y social de nuestro país.
Incógnitas como quién y dónde se inventó la surrealista huida de Antonio Anglés, si éste era o no hijo de Neusa, por qué tenían que implicar a Miguel Ricart o qué se estaba encubriendo en realidad quedan despejadas; como resuelto podría quedar también el mayor misterio sobre la fosa de la Romana:
¿por qué se encuentra a 20 kilómetros de todos los cuartelillos dependientes de la Comandancia de Sueca?
ALCÀSSER 25 AÑOS DESPUÉS
El 27 de enero de 1993, en un paraje de la comarca valenciana de Tous llamado La Romana, unos apicultores encontraron una mano que asomaba de la tierra removida. Allí debajo estaban enterradas Miriam, Toñi y Desirée, las tres niñas de Alcàsser que habían desaparecido 75 días antes, un Viernes 13, como en las peores películas, dejando a sus familias sumidas en la mayor de las angustias.
Cuando, a resultas de las pruebas forenses, se supo lo que los cuerpos de aquellas tres adolescentes habían sufrido antes, durante y después de su muerte, la angustia se convirtió en pesadilla y un terremoto sacudió a toda España y dio la vuelta al mundo.
Un terremoto cuyas réplicas se sucedieron con el paso de los años, conforme las cuestiones en torno al crimen, en lugar de despejarse, se nublaron cada vez más. Veinticinco años después, Francisco Gijón (Madrid, 1973) hace un ejercicio de historiografía con aquel suceso y, aportando todo tipo de testimonios, pruebas y declaraciones, sumario en mano y con la perspectiva que sólo da el tiempo, acomete la empresa de, si no esclarecer, al menos tratar de observar aquel luctuoso crimen dentro de su contexto histórico y social para deducir qué hubo de cierto y de falso en todo cuanto se dijo y se averiguó.
¿Sabremos algún día la verdad o la sabemos ya? Acaso sólo sea cuestión de mirar los datos con detenimiento y sosiego.
