Dos terremotos se produjeron en dos días consecutivos en el suroeste de Rumanía. El primero ocurrió el lunes, tuvo una magnitud de 5,2 grados en la escala de Richter y fue seguido por 16 réplicas. El siguiente, más fuerte, tuvo una magnitud de 5,7 grados, se produjo a una profundidad de 7 kilómetros y se sintió en varias regiones de Rumanía,incluida Bucarest. Los eventos sísmicos ocurrieron mientras Turquía y Siria continúan con el sombrío recuento de las víctimas afectadas por el devastador terremoto de la semana pasada. La principal zona sísmica de Rumanía es Vrancea, en el sureste, por lo que los recientes terremotos de Oltenia, una zona poco productiva en este sentido, sorprendieron a los especialistas.
El director general del Instituto de Física de la Tierra, Constantin Ionescu:
«Es un área donde los terremotos ocurren muy raramente, y cuando han ocurrido, fueron de pequeñas magnitudes. Tuvieron magnitudes de 3, 2, 1 grados, para nosotros es una sorpresa que se activara dicha zona. Se produjeron terremotos en el pasado con magnitudes por debajo de 4 grados, alrededor de 4. Desde el punto de vista geológico, el movimiento de las fallas fue vertical. El mecanismo del terremoto se ve así, para ambos terremotos, por lo que son un tándem de terremotos. Este segundo terremoto no es una réplica».
No hubo víctimas, pero el terremoto del martes, en particular, produjo pánico, probablemente alimentado por la emoción creada por la tragedia turco-siria. Los efectos de los terremotos se registraron en tres distritos del suroeste.
Escuchemos la declaración del jefe del Departamento para Situaciones de Emergencia, Raed Arafat:
«Se registraron efectos en 6 localidades de 3 distritos –Gorj, Dolj y Mehedinţi–, con más de 50 llamadas de emergencia registradas en el teléfono 112. Las llamadas se refirieron a grietas o elementos caídos, elementos de construcción. Inicialmente se habló de una posible casa derrumbada, lo que se desmintió, y de varios ataques de pánico, que también llegaron a través del 112».
Los problemas más graves ocurrieron en el distrito de Gorj, en la carretera nacional que cruza el desfiladero de Jiu, donde fue necesaria la intervención de los trabajadores de carretera para retirar algunos cantos rodados que habían caído de las laderas a la calzada.
En Târgu Jiu, municipio sede del distrito de Gorj, los edificios del Ayuntamiento, la Fiscalía y una iglesia resultaron dañados. En el Complejo Energético de Oltenia hubo desconexiones en el suministro de los servicios generales, pero el reabastecimiento se reanudó rápidamente. La zona de una toma de agua también se vio afectada.
El secretario de Estado Raed Arafat ha advertido que el pánico puede conducir a errores e incluso puede ser fatal en caso de terremoto. Las personas, ha subrayado, deben prepararse para saber cómo reaccionar ante este tipo de situaciones. Una aplicación que se puede encontrar en el portal del Departamento para Situaciones de Emergencia contiene recomendaciones sobre lo que es bueno hacer antes, durante y después de un sismo.
Fuente: Radio Romania Internacional