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La Ilustre degeneración-Duquesa de Medina Sidonia

Existe una novela, aparentemente basada en hechos reales, pero que para evitar querellas o incluso la muerte, la autora tuvo que novelar. Se trata de La Ilustre degeneración de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, aristócrata española apodada La Duquesa roja por su oposición al franquismo. Esta señora, ya fallecida, me merece cierta credibilidad por el hecho de haber pertenecido a la clase social que en cierta manera describe en su libro.

Los nombres que aparecen en la novela se basan en personajes reales pero ella nunca quiso publicar los verdaderos nombres.

Obra literaria

http://www.papelesdesociedad.info/IMG/pdf/la-ilustre-degeneracion.pdf

  • Colores (1960);
  • Palomares (Memoria) publicación abortada por el régimen franquista en 1968 y publicada finalmente en 2002.
  • Mi cárcel. Recopilación de artículos periodísticos aparecidos entre 1969 y 1970 sobre su experiencia en prisión.
  • La base (1971);
  • La Huelga (1974);
  • La cacería (1977);
  • Presente infinito (1998);
  • Las vidas sin Dios (2004);
  • La ilustre degeneración.

Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura (Luisa Isabel María del Carmen Cristina Rosalía Joaquina, conocida simplemente como Isabel en su círculo íntimo) (Estoril21 de agosto de 1936 – Sanlúcar de Barrameda7 de marzode 2008) fue una aristócrata, escritora e historiadoraespañola, que fue XXI duquesa de Medina Sidonia, XVIImarquesa de Villafranca del Bierzo, XVIII marquesa de los Vélez, XXV condesa de Niebla, tres veces Grande de España.12 Fue habitualmente conocida como La Duquesa Roja.Luisa Isabel Álvarez de Toledo fue jefa de la casa de Medina Sidonia, que ostenta el primer ducado hereditario que se concedió en la Corona de Castilla, en 1445, de la casa de Villafranca del Bierzo y de la casa de los Vélez. Su residencia principal fue el palacio de Medina Sidonia, situado en Sanlúcar de Barrameda, que alberga uno de los archivos privados más importantes de Europa.Sus ideales republicanos y su oposición al franquismo hicieron de ella una noble atípica, lo que le valió el sobrenombre de «la duquesa roja».

Como escritora, publicó varias novelas y como historiadora su obra fue bastante polémica y controvertida. Dedicó gran parte de su vida a la conservación y catalogación del Archivo de la Casa de Medina Sidonia, así como a la creación de la Fundación Casa Medina Sidonia.
Luisa Isabel fue hija de Joaquín Álvarez de Toledo y Caro, XX duque de Medina Sidonia, y de María del Carmen Maura y Herrera, hija de Julia de Herrera y Herrera, V condesa de la Mortera, y de Gabriel Maura y Gamazo, hijo del presidente del gobierno Antonio Maura, historiador y I duque de Maura. Nacida en agosto de 1936 en Estoril, donde su familia se refugió durante la Guerra Civil Española, en octubre de ese mismo año se trasladó a Sanlúcar de Barrameda, donde permaneció diez años hasta la muerte de su madre en 1946, pasando al cuidado de sus abuelos maternos. A los 18 años fue presentada en sociedad en Estoril, junto con la infanta Pilar de Borbón y Borbón-Dos Sicilias.

Primer matrimonio y descendencia

Isabel contrajo matrimonio el 16 de julio de 1955 en Mortera con Leoncio González de Gregorio y Martí (Madrid29 de octubre de 1930 – Soria23 de febrero de2008),3 de la familia de los condes de la Puebla de Valverde, con quien tuvo tres hijos:

Jefatura de las casas de Medina Sidonia, Villafranca y los Vélez

El 11 de diciembre de 1955, tras la muerte sin testamento de su padre, fue declarada su heredera universal por sentencia judicial del 10 de abril de 1956, pasando a ser la jefa de las casas de Medina Sidonialos VélezVillafranca y ostentando desde entonces todos los títulos nobiliaros de su padre:

En 1958 solicitó la rehabilitación del ducado de Fernandina, que estaba vacante,7 pero no terminó los trámites administrativos debido a su exilio, que finalmente, en1993, fue rehabilitado a favor de su hija Pilar. En cambio no solicitó la rehabilitación del principado de Montalbán, como marquesado, ni la baronía de Molins de Rei, que podía haber solicitado.

Casa de Montalto


Palacio ducal en Sanlúcar de Barrameda.En 1958, Luisa Isabel pidió también al Ministerio de Justicia la rehabilitación del ducado de Montalto, vacante desde la muerte de su tatarabuela, María Tomasa Álvarez de Toledo y Palafox, hija de Francisco de Borja Álvarez de Toledo y Gonzaga, XVI duque de Medina Sidonia,8 El título fue solicitado con la denominación de «ducado de Montalto de Aragón», para diferenciarlo del ducado de Montalto vigente. Sin embargo parece que dicha rehabilitación no fue resuelta.Por el contrario no solicitó la rehabilitación de otros títilos que podrían haberle correspondido, como el marquesado de Calatafimi, los condados de SclafaniAdernóCaltabellotaCaltaxinetaCaltabuturo y Collesano, las baronías de Centorvi yBiancavilla e incluso el principado de Paternò,9 que hoy en día están caducados. Por lo tanto ninguno de esos títulos le fueron reconocidos legalmente en España.

Disidencia y cárcel

En 1967 participó en una manifestación en defensa de los agricultores que exigían indemnizaciones a raíz de la contaminación sufrida en sus tierras por el accidente nuclear de Palomares. Fue procesada por ello y acabó en la cárcel de Alcalá de Henares, donde permanecería durante ocho meses en el año 1969.10 Fue liberada gracias al decreto-ley de amnistía. Tras la publicación de su libro La Huelga, el Tribunal de Orden Público emitió otra sentencia condenatoria, pero ella ya se había exiliado voluntariamente a Francia. Tras la muerte del dictador Francisco Franco, Isabel regresó a España, acogiéndose a la amnistía111213 y estableciéndose en Sanlúcar de Barrameda, donde permaneció el resto de su vida.

Revolución cubana

En 1967 el gobierno español inició negociaciones con el gobierno cubano para conseguir que se indemnizara a los españoles cuyos bienes en Cuba habían sido expropiados como consecuencia de la Revolución. La duquesa de Medina Sidonia era propietaria en la isla de inmuebles y acciones de La Tropical, una de las principales empresas cerveceras del país, herencia de los Condes de la Mortera. Sin embargo, aunque las negociaciones fueron retomadas por los gobiernos deAdolfo Suárez y Felipe González, cuando la duquesa ya había regresado del exilio, ella manifestó que «Todo lo que quería decir de Cuba lo dije en 1965», en artículos que escribió entonces a favor de la Revolución.