Las persistentes lluvias que azotaron la República Dominicana desde el pasado viernes han dejado una estela de tristeza y dolor en numerosas familias.
Aunque el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) ha confirmado 21 fallecidos, el recuento oficial del Diario Libre ha elevado la cifra a casi 30 víctimas mortales.
Hasta la tarde del domingo,Santo Domingo Oeste ha sido el municipio más afectado, lamentando la pérdida de 14 personas a causa de las inundaciones y tamaños de tierra.
El desastre se ha manifestado en diversas tragedias. Cinco personas perdieron la vida dentro de un vehículo cuando fueron sorprendidas por las aguas. En Manoguayabo, tres individuos murieron por asfixia al quedar atrapados en su vivienda debido al colapso de una pared, que se desplomó bajo el peso del agua repentina.
El relato de desgracias continúa con la muerte de Altagracia Morillo Montero, Samuel Morillo Figueroa (un niño de 3 años) y Dariza María Figuereo en Bellas Colinas, arrastrados por un deslizamiento de tierra en Santo Domingo Oeste. Este suceso dejó heridos a José Antonio Berigüete y Karina Figueroa, quienes fueron rescatados por vecinos pero no pudieron evitar la fatalidad.
Entre las víctimas se encontraba el doctor Eduardo Cabrera, quien regresaba del aeropuerto con amigos para celebrar un cumpleaños en Punta Cana. Nueve personas quedaron atrapadas bajo los restos de una pared del desnivel de la avenida 27 de febrero con Máximo Gómez, perdiendo la vida en el accidente. La tragedia se cobra incluso vidas de mujeres embarazadas y familias enteras, como el caso del matrimonio Ramón Martínez y Awilda Sánchez, padres de una de las mujeres embarazadas.
Las consecuencias de las lluvias han alcanzado también municipios como Higüey, donde Anabel Núñez Jiménez perdió la vida al ser arrastrada por las aguas del arroyo Santa Clara. En Sabana Larga, Gregorio Salvador Castillo Ortiz murió tras el colapso del puente Las Vacas, al intentar alertar a su comunidad sobre el peligro inminente.
Barahona se une al luto con la muerte de Camilo Sánchez y Sansale Oguile, este último arrastrado por el desbordamiento del río Los Arroyos en Polo. La lista de tragedias continúa con Dahiana Heredia, de 20 años, aplastada por una casa en construcción en La Zurza, dejando huérfanas a dos niñas pequeñas.
La provincia de Duarte también lamenta una víctima, una mujer fallecida al ser arrastrada por la corriente del río Yuna. Los esfuerzos de rescate, aunque heroicos, no pudieron salvar a todos los afectados.
Estas lluvias, originadas por un disturbio climático, han dejado un rastro de destrucción y pérdida humana. Las autoridades, junto con voluntarios y comunidades, continúan los esfuerzos de rescate y asistencia a los afectados, mientras el país se enfrenta a esta tragedia y busca formas de prevenir y mitigar futuros desastres similares.
